La historia de la salvación nos resulta muchas veces demasiado bonita para ser creíble:

Seguramente habréis recibido alguna vez uno de esos mensajes en los que te dicen que has sido seleccionado de entre muchos para tener una oportunidad única. Son cadenas de correos que ya existían en papel y ahora tienen su equivalente en Internet en los que has sido escogido para recibir un premio maravilloso. Varía naturalmente el contenido de ese premio pero los que hemos tenido un poco de experiencia en la vida sabemos que en todos los casos es tremendamente engañoso.No hay nada de realidad en todo aquello y sabemos que son demasiado bonitas para ser reales. Y esta es una y otra vez la realidad en nuestra vida. Podemos imaginar que nuestras vidas tienen un sentido maravilloso claro pero la realidad de lo que vivimos cada día está muy lejos de ser maravillosa. La Biblia, que es una maestra de la honestidad, nos lo muestra de forma especial en la historia de Abraham. El padre de todos los creyentes, aquel que nos es dado como el modelo y ejemplo de lo que significa creer, la fe y la esperanza frente a toda circunstancia y las indicaciones que apuntan a que todo lo que hemos creído no es más que un sueño.